jueves, 18 de enero de 2018

Postimpresionismo


El interés del movimiento impresionista por captar la luz del natural había llevado a la disolución de las formas en el ambiente. Todos los elementos del cuadro habían ido perdiendo volumen, dibujo y sentido del espacio. A finales del siglo XIX y principios del XX aparecen una serie de pintores que, partiendo del impresionismo, derivan hacia una pintura personal que anuncia alguno de los movimientos pictóricos más importantes del siglo XX, hasta el punto de que muchos críticos consideran que su transcendencia para la evolución del arte es incluso mayor que la de los pintores impresionistas.

Las características generales del postimpresionismo fueron:
  • Recuperación de la importancia del dibujo y la forma.
  • Preocupación por captar no sólo la luz, sino también la expresividad de las cosas y de las personas que ésta ilumina.
  • Importancia de la impresión del sujeto. Se usan pinceladas potentes, gruesas o espontáneas con las que el artista describe su impresión en el lienzo. 
  • Los artistas realizan una exploración personal de los colores. Se usan colores vivos, muy contrastados, para discernir y definir los planos y formas. La pintura se aplica por lo general densamente. La mayoría de las veces las formas de un solo color se pintan al lado del otro, que se fusionaban en la retina del espectador.
  • Interés por los temas de la vida real, incluidos los bajos fondos (Toulouse-Lautrec), y lo exótico
  • Creación de composiciones simplificadas y estáticas, en las que se busca la armonía de las masas cromáticas encerradas en perfiles bien definidos.
  • Se recurre a formas geométricas para las representaciones, e incluso anticipan el arte abstracto.



Los principales pintores de este movimiento fueron:

Paul Gauguin. (1848-1903)


Se inicia en el impresionismo con Pissarro. Dejó una vida confortable, con familia, mujer e hijos y se instaló pobremente en París y Bretaña, para trasladarse después a Tahití, donde pintó sus famosas series de mujeres tahitianas. El mundo exótico de Tahití y el "primitivismo" de Bretaña serán los dos temas preferentes de su obra.

Destaca por el uso tan expresivo que hace del color con tonos fuertes, vivos y muchas veces arbitrarios que dispone en grandes planos delimitados por ritmos lineales curvos. Su sentido del color influirá en los fauvistas y expresionistas. 

Renuncia a la perspectiva, suprime el modelado y las sombras e identifica la sensación de plano, igual que sucede en las pinturas japonesas.


Arearea (1892)

Café de noche en Arlés (1891)

Cristo amarillo (1899)

¿De dónde venimos? ¿Qué somos? ¿A dónde vamos? 1899

La visión tras el sermón, o La lucha de Jacob con el ángel (1899)

Pajares amarillos, o Siega rubia (1889)

Tahitianas en la playa (1891)

Van Gogh pintando girasoles (1888)



Paul Cézanne. (1839-1906)

Procedente de una familia adinerada, abandonó la carrera de Derecho en 1861 y se instaló en París para dedicarse a la pintura. Tras unas primeras obras de concepción romántica, el trato con Pisarro le introdujo en el naciente movimiento impresionista, del que le diferenciaría su exaltación de los volúmenes gracias a la geometría, el dibujo y la definición de las formas mediante pinceladas que han sido llamadas constructivas; todo esto sin renunciar al color de gran intensidad mediante los contrastes y las sombras coloreadas. 

En sus cuadros se potencia el primer plano y realiza pequeñas distorsiones fruto de la utilización de más de un punto de vista, como se puede apreciar en sus bodegones. 

Busca en la naturaleza las formas esenciales, que para él son las figuras geométricas, el prisma, la esfera, la pirámide y en consecuencia, plasma lo que contempla. Así, al representar un objeto, no lo hace de un lado solamente, sino que lo muestra desde posiciones diferentes, lo que le convierte en un antecedente del cubismo.

La casa del ahorcado (1873)


Las grandes bañistas (1905)

Le Château Noir (1904)

Los jugadores de cartas (1894-95)

Naturaleza muerta con manzanas y naranjas (1899)


Vincent Van Gogh. (1853-1890)

Tras llevar a cabo una intensa actividad como misionero evangelista en Wasmes, en la región de Borinage, dedicándose completamente a la atención de los mineros, en 1880 regresa a casa de sus padres en Zundert (Holanda) y decide dedicarse a la pintura, con la que ya estuvo relacionado durante su adolescencia, en la que trabajó como aprendiz en la galería de arte Goupil en La Haya. Al enamorarse de su prima Kate se ve obligado a abandonar la casa paterna y, tras recibir unas pocas clases de pintura, se traslada a París con su hermano Theo. Allí conoce la obra de los impresionistas y se introduce en los círculos de artistas jóvenes que estaban desarrollando ideas que iban más allá de este movimiento. En febrero de 1887 se traslada a Arles, al sur de Francia, buscando la mayor intensidad de luz de la Provenza.

Pinta figuras y paisajes de formas serpenteantes y flamígeras que traducen su fuego interior. Es un apasionado del color como vehículo para expresar las frecuentes depresiones y angustias que padeció. Por eso los colores son a veces agresivos con contrastes no frecuentes- amarillo sobre naranja. Su pincelada es muy característica, sinuosa, cursiva y espesa.

Allí los desequilibrios que había sufrido durante toda su vida se convierten en enfermedad, posiblemente esquizofrenia, con ataques de epilepsia. Sufre frecuentes ataques y alterna las alucinaciones con momentos de tranquilidad. Tras intentar atacar a Gauguin con una navaja de afeitar, se corta la oreja. A los pocos días, es internado en un manicomio de Saint Rémy. En ningún momento deja de pintar.
Cuando sale del manicomio se traslada a Auvers-sur-Oise. Siguió trabajando mucho, pero persistían sus crisis de melancolía, se sentía solo y sin fuerzas para luchar contra las alucinaciones que volvían a aparecer. El 27 de Julio de 1890 se disparó con un revolver y falleció dos días después.


La cosecha (1888)

Trigal con cuervos (1890)

La habitación (1888)

Los comedores de patatas (1885)

Los girasoles (1888)

Noche estrellada (1889)



Toulouse-Lautrec. (1864-1901)

Miembro de una familia aristocrática francesa, se rompió el fémur izquierdo a los catorce años a causa de una caída y, al año siguiente, se quebró el derecho. Sus fracturas no soldaron adecuadamente, lo que impidió el crecimiento normal de sus piernas aunque su tronco siguió desarrollándose con normalidad. Esa deformidad le causará una constante amargura que le llevará al alcoholismo, adicción que explica su temprana muerte.

En 1883 coincidió con Vincent Van Gogh en la academia privada de Cormon hasta que en 1883 instaló su propio estudio en Montmartre, en el mismo edificio en el que trabaja Degas, que se convertiría en su referente más importante. Al igual que él, se sintió atraído por los temas de bailarinas y caballos, pero mientras Degas representaba un mundo monótono y reiterativo, Lautrec pinta movimientos fugaces que requieren una técnica rápida.

Comenzó a frecuentar los cabarets, los cafés cantantes y los burdeles de París. Captó ese mundo turbador de artistas, bailarinas, prostitutas y cortesanos gracias a su aguda percepción del movimiento en carteles y litografías en los que plasma las expresiones y los efectos de la luz con un grafismo nervioso y con contornos de líneas vibrantes aprendidos de las estampas japonesas. Destacan las obras realizadas para el Moulin Rouge, del que fue uno de sus mejores clientes.

Su salud quedó muy dañada a causa de su trepidante vida nocturna y de sus abusos con las bebidas alcohólicas, por lo que fue internado en un hospital psiquiátrico.El deterioro progresivo de su salud hizo que sufriera un ataque de parálisis e hizo que lo llevaran en 1901 al lado de su madre, donde murió con treinta y siete años.



Aristide Bruant dans son cabaret (1892)

Jane Avril, Jardin de Paris (1893)

Marcelle Lender bailando el bolero en Chilperic (1895)

Moulin Rouge: La Goulue (1891)

Salon de la Rue des Moulins (1894)


En la cama el beso (1892)

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