miércoles, 7 de enero de 2015

La arquitectura romana

La arquitectura romana tiene una gran influencia de los etruscos y, sobre todo, de los griegos, pero presenta una serie de diferencias que le confieren un carácter práctico y funcional que hace que a los romanos se les considere más ingenieros que artistas. Estas diferencias son: 
  • Monumentalidad: frente a la escala humana usada en los edificios griegos, Roma dotó a sus construcciones de un mayor tamaño y un aspecto grandioso. 
  • Carácter práctico: frente a la prioridad que los griegos daban a la belleza y la armonía, los romanos priorizaron la utilidad en sus construcciones. De ahí que muchos restos arquitectónicos romanos sean obras de ingenierías como calzadas, puentes o acueductos. 
  • Frente a la arquitectura arquitrabada griega, los romanos innovaron utilizando el arco de medio punto, la bóveda de cañón y la cúpula.
  • Aunque usaron los órdenes griegos (dórico, jónico y corintio), los romanos podían mezclarlos en un mismo edificio, e introdujeron órdenes compuestos que eran el resultado de mezclar partes de los distintos órdenes griegos. 
  • Nuevos materiales. Como los griegos, los romanos construyeron edificios en piedra, pero añadieron otros materiales como el ladrillo o el mortero (especie de cemento a base de arena, agua y cal)
Los edificios públicos más característicos de la civilización romana fueron:

Templos. Solían ser de planta rectangular, muy similares a los griegos, pero también los hubo de planta circular e incluso con cúpula.

Templo romano de Vich, Barcelona, construido en el siglo II d. C. Tras ser tapado
por la estructura del castillo de los Moncada en el siglo XI, no sería descubierto
hasta finales del siglo XIX. 


Templo de Hércules Víctor (S. II d. C.) situado en el Foro Boario de Roma

Panteón de Agripa, en Roma, construido entre el 118 y el 125 d. C. 

Interior del Panteón de Agripa

Basílicas: enormes espacios cubiertos y porticados de tres naves, situados en el foro. Sirvieron de modelo para los templos cristianos.

Teatro: tenía una estructura bastante similar a la del teatro griego, pero no se solían construir en las laderas de las montañas, sino en el interior de las ciudades. Al disminuir la importancia del coro en las obras, la orchestra se hizo semicircular y se convirtió en un espacio reservado para los espectadores distinguidos. En torno a la orchestra disponían también en semicírculo las gradas (cavea). A la cavea se accedía por una serie de puertas llamadas vomitoria. Ante la orchesta se sitúa el escenario (proscaenium o pulpitum). Al fondo se situaba el muro (scaena). 



Teatro romano de Mérida (finales del siglo I a. C.)

Anfiteatro: tenía forma redonda u ovalada. En el anfiteatro se realizaban juegos de gladiadores, venationes (luchas de animales entre sí o de hombres contra fieras) y naumaquias (luchas navales, para lo cual se inundaba la arena). El espacio central (arena) estaba rodeado por la cavea (gradas). En el centro de la arena se solía cavar una fosa en forma de cruz, donde estaban las jaulas de las fieras y las dependencias de los gladiadores. 

Anfiteatro de Itálica

Anfiteatro de Nimes, Francia

Coliseo de Roma o Anfiteatro Flavio

Circo: En el circo se desarrollaban las carreras de caballos. Era parecido al estadio griego, con dos lados mayores paralelos y dos menores curvos, pero en su centro había una spina o muro que dividía la arena en dos partes. La cavea, con gran capacidad, poseía tribunas para los espectadores más privilegiados.

Recreación del Circo de Mérida

Circo Romano de Mérida

"Chariot Race" (1887) de Alexander von Wagner

Termas: eran edificios para baños y lugares de recreo y reunión. Había una sala para baños calientes (caldarium), que poseía bajo el suelo un sistema de calefacción (hypocaustum). También había una sala para los baños templados (tepidarium) y una piscina para los baños fríos (frigidarium). En torno de ellos se situaban los vestuarios (apodyteria), así como gimnasios, bibliotecas, etc.


Reconstrucción de las Termas de Caracalla

Monumentos conmemorativos: Los más frecuentes eran los arcos de triunfo, de muy diversos tipos. También se empleó la columna conmemorativa.

Arco de Constantino, construido para conmemorar su victoria en la Batalla
del Puente Milvio (312)


Columna de Trajano, cuya construcción fue ordenada para conmemorar
sus campañas contra los dacios (inicios del siglo  II d. C. ). La estatua
que San Pedro que la corona fue puesta por orden del Papa Sixto V en
1588, sustituyendo a la que representaba al emperador.  

Durante la civilización romana también hubo un considerable desarrollo de las obras públicas, perfeccionando las técnicas aprendidas de otras culturas. Las construcciones más sobresalientes fueron las calzadas y puentes, que ponían en comunicación todos los puntos del imperio, los embalses y acueductos, que suministraban agua a las ciudades, y la red de cloacas. 

Puente de Alcántara, construido a principios del siglo II a. C. sobre el río Tajo.
En el centro presenta un arco del triunfo dedicado al emperador Trajano.  

Acueducto de Segovia, también de tiempos del emperador Trajano
Alcantarilla romana

El arte y la cultura

Los romanos asimilaron la cultura griega, a la que añadieron su carácter práctico, y la difundieron por todo su imperio gracias a la romanización y a su vehículo fundamental: el latín. 

Las aportaciones culturales. 

La principal aportación de Roma fue el derecho, que regulaba las relaciones entre los ciudadanos romanos, entre estos y los pueblos conquistados, y entre todos con el Estado. Las leyes romanas se recuperaron durante la Edad Media y todavía se percibe la vigencia del derecho romano en las legislaciones de todos los países de Europa y América. De los romanos hemos recibido las ideas de independencia judicial y de respeto por la ley, que igualan en derechos a todos los ciudadanos, y que hoy consideramos, condición indispensable de la democracia.

Los romanos desarrollaron numerosas disciplinas, entre las que destacan la Filosofía (con Cicerón o Séneca), la Literatura (en la que destacaron Virgilio y Plauto), la Historia y la Geografía (con Tito Livio, Julio César o Plutarco). En medicina sobresalió el médico Galeno, cuya obra siguió aplicándose durante la Edad Media.

La religión

La religión romana era politeísta. Había divinidades domésticas como Vesta (diosa protectora del hogar), los penates (dioses de la despensa, a los que se les pedía que siempre hubiera alimento en la casa), los manes (o espíritus de los difuntos), o los genius, dioses particulares de cada familia que aseguraban la perpetuidad de la descendencia. De estas divinidades se situaban estatuillas en el fuego del hogar y en el atrio, también en una hornacina o altar llamado lalarium. Ocasionalmente se les hacían ofrendas en forma de pasteles, flores, etc. 

Lalarium de la casa de los Vetii (Pompeya)


Los romanos eran muy supersticiosos y realizaban consultas a sus deidades antes de realizar cualquier decisión importante. Los augures observaban el vuelo de las aves y los fenómenos celestes, mientras que los haruspices examinaban las entrañas de las víctimas de los sacrificios.

Entre las principales divinidades estatales destaca la llamada “Triada capitolina”, formada por Júpiter, Juno y Minerva. Después de conquistar Grecia, los dioses romanos se asimilaron y fundieron con los griegos, adoptando sus mitos e historias. La religión clásica sufrió profundos cambios en época imperial por la aparición de nuevas religiones procedentes de Oriente, la divinización de la figura del Emperador, al que debía rendirse culto en todo el Imperio, y la irrupción del cristianismo.

El arte figurativo. 

Las esculturas romanas reflejan su herencia griega. Los romanos aportaron el retrato, que pretendía ser fiel al modelo. Así se representan emperadores, militares, intelectuales y personajes femeninos. Gracias a estas representaciones puede observarse la evolución de la moda y de los peinados. 

En un principio esas esculturas eran bustos que sólo recogían la cabeza y parte del cuello, pero poco a poco se irán ampliando hasta llegar a representar también los hombros y el pecho. 

Busto de Antinoo, supuesto amante del emperador
Adriano que, según la leyenda, se sacrificó arrojándose
al Nilo para que los hados asegurasen una larga vida
al emperador. 
También hubo retratos de cuerpo entero, de pie o sedentes (esto fue más frecuente en los cuerpos femeninos), y retratos ecuestres, del que debió haber varios ejemplos, pero que sólo nos ha llegado uno importante. Sólo se representaba así al emperador y es importante por la influencia que tendrá en épocas posteriores.

Estatua de César Augusto. Fue descubierta en 1863
en Villa de Livia, Roma, y se cree que fue encargada
por su mujer tras la muerte de éste. 
Escultura del patricio Bernini portando dos bustos de sus
antepasados en solemne procesión. 
Retrato ecuestre del emperador Marco Aurelio (176 d. C.)

Los romanos también destacaron en el relieve histórico, que servía para narrar las victorias militares y adornaba los arcos de triunfo y las columnas conmemorativas. 



Relieves del "Ara Pacis", altar construido por Augusto para
celebrar sus victoriosas campañas en la Galia e Hispania

Al igual que otras artes, la pintura y el mosaico en Roma tenían una finalidad práctica: decorar las casas de los ricos y los palacios. Las características generales de estas representaciones eran: 
  • Exaltación del individuo, frente a la exaltación de la genus propia de los griegos.
  • Multifocalidad: son muchos los centros que exigen la atención
  • Adecuado uso de la perspectiva
  • Uso de una amplísima gama de colores frente a los cuatro colores básicos de la pintura griega
  • Tendencia al abandono del perfilado de las imágenes, dando más importancia al color que al dibujo
  • Los temas son muy variados. Encontramos representaciones de temas históricos, retratos, temas mitológicos (generalmente copia de los maestros griegos), paisajes y decorados arquitectónicos así como naturalezas vivas o muertas. También aparecen temas de carácter esotérico, simbólico o iniciático, eróticos (generalmente en lo más recóndito de las viviendas romanas) e incluso humorísticos.
Perseo y Andrómeda

Retratos de Terentio el panadero y su esposa (Pompeya)
Bodegón o naturaleza muerta (pintura que representa objetos naturales, como
animales, flores, plantas o frutas, o hechos por el hombre, como utensilios de
cocina, muebles, monedas, etc.) de una casa de Pompeya
En la pintura usaron la técnica del fresco, consistente en pintar sobre un muro preparado con arena y cal mientras este está húmedo. Los mosaicos se realizaban mediante la unión de pequeñas piezas de distintos materiales, llamadas teselas.  

Mosaico de Alejandro Magno en la casa del Fauno (Pompeya). Realizada con
teselas de entre  uno y cinco milímetros de tamaño, representa el momento en que
Alejandro ataca al monarca Persa Darío durante la batalla de Issos (333 a. C.)

Las actividades económicas

La principal actividad económica en el mundo romano fue la agricultura. Se basaba en grandes explotaciones, propiedad de los patricios, que eran trabajadas por esclavos. Además existían pequeñas propiedades de campesinos libres. Se cultivaban cereales, vid y olivo, así como frutales y hortalizas. La principal herramienta era el llamado “arado romano”, que tirado por bueyes permitía arar la tierra abriendo surcos en ella.



La ganadería fue adquiriendo importancia a medida que avanzaban las conquistas, ya que los animales eran imprescindibles para el ejército. Se criaban bovinos, cabras, ovejas y caballos.

La expansión territorial también influyó en la organización de la economía. Cada provincia se especializó en aquellos cultivos más adecuados a cada zona (aceite en la Bética, trigo en Egipto, vid en Grecia y la Galia, etc.). A la larga esto produciría la ruina de los pequeños propietarios de Italia, que no podían competir con los productos que llegaban de las otras provincias.


La mayor parte de la producción se destinaba al abastecimiento de la capital del Imperio, donde se concentraba una masa de población cada vez más numerosa y menos productiva.

Las provincias también aportaban a la capital materias primas, especialmente minerales. Las minas pertenecían al estado, y las arrendaba a particulares que se encargaban de explotarlas con esclavos. Gracias a esto en Roma se desarrolló una importante actividad artesanal, sobre todo cerámica, textil y metalúrgica, realizada en talleres que también usaban mano de obra esclava.


Rutas comerciales en el Imperio romano
La actividad comercial se desarrolló en paralelo a la expansión territorial, y se vio favorecida por la estabilidad del Imperio, el uso de monedas comunes y una red de calzadas que partía desde Roma hacia todas las provincias. Fuera del Imperio se desarrolló un activo comercio con oriente por vía marítima, desde donde se importaban productos de lujo como la seda, el ámbar o los metales preciosos.

martes, 6 de enero de 2015

La ciudad y su forma

La civilización romana fue básicamente urbana. En todo el territorio controlado por Roma surgieron numerosas ciudades que se convirtieron en el centro de la vida social, económica y cultural, y sirvieron a su vez como focos de romanización, es decir, centros desde los que se difundía la cultura romana. 


Las ciudades se solían situar en colinas más o menos elevadas, en lugares preferiblemente cerca del mar o ríos. Dentro del recinto de la ciudad debía haber agua y fuentes naturales para poder resistir posibles asedios del enemigo. Tenían una minuciosa planificación y su trazado se inspiraba en el de los campamentos militares. 

Tenían un plano en cuadrícula a partir de dos ejes principales: el cardo maximus, de norte a sur, y el decumanus máximus, de este a oeste. Ambos ejes desembocaban en cuatro puertas de entrada a la ciudad situadas en las murallas. En el lugar donde se cruzaban las dos calles principales se situaba el foro, plaza central que era el centro de la vida urbana.  En torno al foro se disponían los siguientes edificios principales: 
  • Templos, que estaban dedicados a distintos dioses 
  • Basílica, donde se reunían los tribunales de justicia, se discutía de negocios o simplemente se paseaba.
Planta de la basílica Ulpia (Roma)

Reconstrucción de la basílica Ulpia.

Basílica Ulpia (Roma)
  • Curia, edificio donde se reunía la Asamblea de representantes de la ciudad.
  • Tribunas para los discursos de políticos y gobernantes.
  • Mercados con multitud de locales para todo tipo de intercambios.
  • Monumentos de carácter honorífico o conmemorativo: estatuas, arcos del triunfo, obeliscos, columnas, etc.
Edificio de la Curia Julia en Roma

Reconstrucción del interior de la Curia Julia (Roma)

Dependiendo del nivel económico, en las ciudades podían encontrarse dos tipos de vivienda:

La domus: Eran las vivienda de las familias ricas. Eran casas unifamiliares, de una sola planta, que se organizaba en torno a un patio central, el atrio. Este patio estaba cubierto por un tejado con las vertientes hacia el interior y una abertura cuadrada en el techo para recoger el agua de lluvia, que caía en un estanque situado en el centro del atrio.




En torno al atrio se situaban las habitaciones: el vestibulum (recibidor), el tablinium (despacho) el triclinium (comedor) y los cubícula (dormitorios). Las habitaciones que daban a la calle se dedicaban a los negocios y se llamaban tabernae.

Triclinum

Villa de los misterios, Pompeya

Con el tiempo, los romanos añadieron, por influencia griega, un segundo patio a sus casas, el peristilo. En torno a él se organizaban las habitaciones más privadas y lujosas, para recibir a los amigos, decoradas con pinturas murales y mosaicos


Las insulae: eran viviendas de alquiler. En ellas se amontonaba la plebe romana, en cuartuchos de un espacio y confortabilidad mínimos. Carecían de agua y servicios. Las había hasta de cinco y seis plantas. Construidas con materiales y técnicas baratos, constituían un peligro constante de derrumbamientos, incendios y asaltos. Las plantas bajas solían dedicarse a tiendas y talleres artesanales.


Piso inferior de la ínsula de Ostia conocida como "Casa de Diana", donde se
situaban tiendas y escaleras que permitían el acceso a los pisos superiores.